Despierto temprano, siempre despierto temprano, pero aún así el tiempo no alcanza, nunca alcanza. Ya intenté despertar más temprano, pero fue lo mismo. Como si hubiese en mi casa una fuerza que me retrasa y me hace salir 5 minutos tarde. Despertar a las niñas, darles el desayuno, vestirlas, lavarles los dientes. "Dense prisa" voy repitiendo mientras pongo en orden más de mil cosas. No debería tardar tanto. Es una rutina mas o menos mecánica. Pero por alguna fuerza mayor no la puedo controlar, y siempre salgo 5 minutos tarde. Las llevo a la escuela y regreso.
Calma, paz, silencio. Sin prisas abro el refrigerador y saco todo lo que me parezca delicioso para un desayuno tranquilo. Yogur, manzana y frambuesas, que le junto a una granola con frutos secos y relajo.... finalmente relajo!
imagen: cannelle et vanille
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