Cicatrices


Estaría mintiendo si dijera que siempre me gustaron las imperfecciones de mi piel. Cuando era más joven odiaba cada cicatriz de mis piernas y mis codos que reflejaran de forma demasiado evidente el lado masculino y rebelde de mi niñez. Hoy me encanta cada marca de la cual puedo contar la historia.
Pasamos demasiado tiempo concentradas en nuestras imperfecciones, en las marcas minúsculas que solamente nosotras podemos ver, que se transforman en nuestros gigantes que ocupan todo el espejo y no nos dejan ver no maravilloso que es el cuerpo de la mujer.  Levanto la blusa y veo las estrías, las mismas que había jurado odiar con todas mis fuerzas para todo siempre. Hoy las amo con todo el corazón porque son testigos de todos los quilos ganados y perdidos, de la panza que cargó a mis hijas y de los senos que las amamantaron, de un cuerpo que cayó, se levantó y salió victorioso. Quién diría que un día amaría tanto mi cuerpo como lo amo hoy, y que las marcas que guarda son maravillosas historias que tengo para contar.

  imagen: treasures and travels

No hay comentarios.:

Publicar un comentario